Fuente: Diario El Mercurio.
Las empresas tecnológicas que actúan como enlace entre el e-commerce y los operadores logísticos de distribución están consiguiendo que la gestión de pedidos sea cada vez más rápida, sencilla y eficaz, mediante la oferta de diversas modalidades, que van desde el envio tradicional hasta el servicio on-demand.
En el proceso de compra y envío de un producto existen intermedia rios que pueden pasar fácilmente desapercibidos para el consumidor. Uno de ellos son las plataformas multicourier, ofrecidas por empresas que, sin contar necesariamente con instalaciones físicas, actúan co mo un enlace digital entre los negocios que necesitan enviar sus pro ductos y quienes se encargan de distribuirlos.
“Somos un motor invisible”, dice Nicolás Justiniano, cofundador de Envíame, una plataforma multicourier que permite a las empresas, a través de una única integración, la posibilidad de trabajar con múltiples pro veedores logísticos para despachar sus pedidos y, al mismo tiempo, tener información sobre el tiempo y precio que implica la selección de uno u otro. “En otras palabras, agregamos a los servicios de courier el valor de la tecnología que hemos de sarrollado”, explica.
Otra ventaja de las multicouriers es que pueden reducir los precios de envío que pagan los consumidores. Juan Strube, CEO y cofundador de Sendu, explica que cuando las tiendas son pequeñas y no venden grandes cantidades, tampoco tienen ac ceso a la logística y a los descuentos que solo se pueden obtener negociando mayores volúmenes.
Por eso, estas plataformas ayudan a los comercios a obtener los mismos beneficios que tienen las grandes tiendas, de lo contrario. “En Santiago, un pedido puede costar cuatro mil pesos, lo que es mucho”, dice.
El que pestañea pierde
Ahora, estas plataformas no solo están desarrollando formas de ofrecer una amplia gama de servicios de envío, sino que también están creando métodos para hacerlos llegar en el menor tiempo posible. El 29 de junio, Envíame lanzó su nuevo servicio, EnviaFlash. Se trata de entregas ultrarrápidas que conectan a las e-commerce con servicios de entrega on-demand, que hacen llegar los productos en menos de tres horas, como Uber, Rappi y Pedidos Ya.
El sistema funciona de la siguiente manera: cuando se crea el pedido, se avisa a los repartidores de todas esas compañías, pero el primero que responde es quien lo entrega. “Esto aumenta la flota disponible a utilizar para mantener la propuesta de entregar en el menor tiempo posible y, todo ello, sin que las tiendas tengan que preocuparse de la logística que conlleva”, señala Justiniano.
Competencia en la última milla
Última milla es el nombre que recibe el tramo que va desde la bodega del e-commerce hasta el cliente final, en el que operan los multicouriers. Este servicio es necesario, asegura Justiniano, porque la logística es un mundo imperfecto, y un proveedor que funciona bien hoy puede no seguir haciéndolo mañana, por lo que estas plataformas ofrecen la posibilidad de alternar entre ellos.
Todo esto crea una presión y una competencia que, de paso, mejora el precio, los tiempos y la calidad del servicio. Algo que se hace vital, según Strube, ante el rápido crecimiento del comercio electrónico, que se espera aumente un 50% en los próximos cuatro años.