Este tipo de pruebas permite determinar cuántos usuarios puede soportar el sistema, web o ecommerce, evitando que esta colapse y se pierda ventas.
Ya sea en los Cybers, back Friday o alguna temporada de alta demanda, tal vez experimentó que algunas webs no cargaron o no respondieron. Es más, diversos ecommerce y aerolíneas han perdido millones en ventas debido a que su web o aplicación colapsaron por la cantidad de usuarios que ingresaron simultáneamente en su plataforma. En ese sentido ¿Cómo ayuda las pruebas de carga y estrés?
Para Duilio Botetano, country manager de Atentus, señala que estos tipos de pruebas se utiliza para determinar los límites del sistema, app o web, sometiéndolas a un alto nivel de concurrencia de usuarios en simultáneo, con el objetivo de encontrar su punto de inflexión, ya sea a nivel de aplicación como de su infraestructura.
“De hecho, hemos visto que diversas webs o ecommerce colapsaron en los Cybers o Black Friday porque no soportaron los altos niveles de tráfico, perdiendo ventas y millones dólares. Es por ello que las canales digitales necesitan las pruebas de carga y estrés”.
Según datos de Google, los usuarios aguardan entre uno y tres segundos para que las plataformas respondan. De lo contrario, las abandonan o demuestran insatisfacción. De esta manera, la mencionada prueba permite que las webs corrjan errores previo a los mencionados eventos de descuento.
Beneficios de la Prueba de carga
“Atentus cuenta con una metodología propia y única en el mercado que mide el desempeño de una aplicación gracias a bots que generan una navegación automática y masiva, “estresando” la app o la plataforma en cuestión, con el fin de conocer su comportamiento y su reacción frente a múltiples sesiones al mismo tiempo”, señaló el ejecutivo.
Para Duotano la prueba de estrés no solo es útil para los ecommerce, sino también para sectores las universidades y entidades educativas (especialmente antes de períodos de matrículas de inscripciones y exámenes), bancos y proveedores de servicios que poseen plataformas de pago, entre otros.
“Cuando los usuarios no reciben una experiencia de navegación satisfactoria, sienten frustración y la consideran una pérdida de tiempo. Incluso, si un sitio no funciona o lo hace lento, puede producir irritabilidad y desconfianza. El riesgo es que el usuario se dé media vuelta y elija a la competencia”, detalló.