¿Cómo surgió el comercio electrónico? La masificación de la internet nos trajo desarrollos tecnológicos que afectaron prácticamente todos los ámbitos de la vida cotidiana. Uno de los más afectados fue el comercio. Gracias a la pandemia global de 2021, su masificación volvió al e-Commerce una primera opción para actividades de negocios cuando antes era sólo un respaldo. Modelos comerciales ya establecidos pasaron por una renovación y adaptación a los nuevos tiempos. Aquí te contamos los cinco tipos de comercio electrónico que debes conocer para llevar una exitosa actividad comercial.
Los 5 tipos de comercio electrónico
B2C (Business to Consumer)
Abreviado de esta forma debido a su significado en inglés, business-to-consumer, B2C es la estrategia comercial de las empresas utilizada para llegar directamente al cliente final. Se utiliza principalmente en modelos de negocio donde la cantidad de clientes es mucha y predomina un modelo de marketing dirigido hacia estas grandes masas de consumidores. Multitiendas, supermercados y hasta almacenes de barrio practican esta modalidad (con ciertas limitantes según costos operaciones) en lo que respecta al comercio electrónico.
B2B (Business to Business)
También desde el inglés, B2B se puede entender como negocio a negocio, y su aplicación práctica en la actividad comercial se aprecia principalmente en la venta de servicios de un negocio a otro, como indica el nombre. Por ejemplo, transacciones entre fabricantes y/o un fabricante con su distribuidor, o entre un distribuidor y un minorista. Empresas y comercio electrónico dedicados al B2B generalmente se encuentran en el rubro de seguridad, comunicaciones internas, arquitectura de networking, logística de distribución, etc.
C2C (Consumer to Consumer)
Del inglés que significa consumidor a consumidor, el comercio electrónico C2C suele llevarse a cabo en plataformas que ponen en contacto a consumidores finales para que puedan realizar compra y venta de productos o incluso intercambiarlos. Si bien hay indicios de esta práctica realizándose desde antes de la masificación de la internet, es en el mundo digital donde actualmente florece, ofreciendo ventajas como sencillez en sus procesos y que cualquier persona puede participar de estas actividades, aunque con la desventaja de la incertidumbre de interactuar con desconocidos. Sin embargo, plataformas como Mercado Libre tienen estándares de seguridad y garantías para tranquilizar estas incertidumbres e incentivar la participación.
C2B (Consumer to Business)
Como ya podrás haber adivinado por el significado de la sigla en inglés, consumer to business se interpreta como “de consumidor a negocio”, un modelo donde el consumidor fija las condiciones de la transacción. Así, el cliente propone y colabora en ese servicio o producto determinado, en lugar de hacerlo en una oferta específica. Este tipo de comercio existía desde antes de la masificación de la internet, pero como mencionamos anteriormente, gracias a la red muchos procesos se han simplificado, modernizado y vuelto más seguros.
¿Dónde vemos este tipo de comercio electrónico? Principalmente sectores como el ocio y el turismo. Por ejemplo, un cliente online puede ofertar desde un precio para un ticket de avión con un trayecto determinado hasta lo que está dispuesto a pagar por una noche de hotel en una ciudad concreta. Tras esa propuesta realizada por el consumidor, son las distintas líneas aéreas y hoteleras las que pueden optar por aceptar o no las condiciones del usuario.
B2G (Business to Government)
El inglés nuevamente delata este término, pues es fácil adivinar o concluir que se trata de comercio a gobierno. El B2G consiste en optimizar los procesos de negociación entre empresas y el gobierno aprovechando la Internet, para realizar transacciones, contratación o compras; y licitar adquisiciones del gobierno a través de medios electrónicos.
Similar al B2B, empresas de servicios son quienes principalmente practican también esta modalidad, generalmente mediante una plataforma dispuesta por el gobierno del país para oficialmente contratarlos en servicio del bien público. Es así como empresas privadas, por ejemplo, pueden quedar a cargo de la construcción de carreteras, reparar infraestructuras o proveer servicios de hosting para servidores para uso público o de determinadas áreas gubernamentales.
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